Venga, ánimo que es el último... El devenir cotidiano era roto en pocas ocasiones, como en el incendio de 1602, o en el más importante, de 1778, cuando el 9 de noviembre, ardieron 14 de los principales edificios de la población, desde este momento y en prevención de futuros accidentes, los productos inflamables como paja, madera o carbón, fueron almacenados en un lugar inmediato a la villa, que se conoció con el nombre de "Atzekaldeta" (en esta zona vivo yo ahora), por su situación en la parte trasera de la población.
Restando algún que otro sobresalto de este tipo, el tiempo avanzaba calmado tanto para la villa de Munguía, como para la anteiglesia del mismo nombre; eran entidades independientes, aunque se unían para lograr algunos servicios y mejoras. De este modo, la escuela era la misma para ambas y en el momento de canalizar el agua desde el monte Gondramendi hasta la población, los dos ayuntamientos dividieron gastos. Poco a poco, eran cada vez más las cosas que realizaban en común y mayores los problemas que acarreaba la dualidad, de tal modo que se comenzó a pensar en la unión de ambas partes, formando una sola.
Y así se hizo: el día 6 de octubre de 1900, mediante una ceremonia, villa y anteiglesia se fusionaron, pasando desde entonces a ser una sola. La fuente que se sitúa hoy en calle Beco, frente a Arnaga, simboliza esta unión bajo el lema "Biak bat eta biena" (Dos en una y de los dos).
La vida de las y los habitantes de Munguía transcurrió sin grandes sobresaltos y basada en una actividad fundamentalmente rural y agrícola, pero con un desarrollo creciente de actividades artesanas y de comercio, hasta 1936. Durante la guerra Mungia fue uno de los pueblos castigados duramente por los bombardeos de las tropas fascistas. En su retirada de Munguía, grupos incontrolados anarquistas quemaron varios edificios del pueblo.
La guerra frenó el crecimiento del pueblo, pero principios de los 60, el proceso de industrialización de la zona atrajo a mucha mano de obra; la mano de obra necesaria llegó tanto del resto del estado, como de los pueblos vecinos y, en pocos años, se crearon cantidad de nuevas edificaciones y calles enteras, ampliando notablemente el casco urbano.
En Munguía estaba establecida la factoría Munguía Industrial, S.A., fabricante bajo licencia del microcoche alemán Goggomobil.
La recesión de finales de los 70 trajo un período (bastante corto) de crecimiento vegetativo negativo en Munguía, lo cual repercutió en su población, que en los últimos años está experimentando un fuerte aumento poblacional.
Durante los largos años de dictadura franquista, el movimiento de resistencia se basó en asociaciones ciudadanas. Diveros grupos de ciudadanos buscaron ayuda en instituciones como la Iglesia que sirvieron de paraguas y ayuda a grupos de tipo cultural, deportivo y educativo que buscaban la conservación y recuperación de la cultura vasca y la vivencia en una cultura democrática y participativa. En los últimos años fue significativo el movimiento contra la central nuclear de Lemóniz, sita en un enclave del ayuntamiento de Munguía en Basordas.
En 1977 se eligió el primer ayuntamiento democrático después de la dictadura.
Actualmente Munguía es el pueblo con mayor renta per capita de España. Mil gracias por vuestra paciencia... Hasta pronto!!
lunes, 5 de octubre de 2009
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