Orígenes: No hay un acuerdo ni doctrina claros sobre los orígenes de la festividad. Sin embargo parece prosperar la tesis de que el 21 de diciembre, día de la llegada del invierno, era el que fijaban -de cara a las Navidades probablemente- los dueños de los caseríos, casas y casonas, que en su mayor parte vivían en la capital, para cobrar las rentas anuales a los arrendatarios. Por ese motivo, éstos bajaban a la ciudad con dinero abundante. Además, y a fin de conseguir algo más de liquidez o aprovisionarse para el invierno en ciernes, iban cargados con los mejores productos de sus caseríos: toda suerte de aves de corral, las mejores hortalizas y objetos de artesanía para intercambiar o vender en la ciudad. Con el tiempo, la costumbre evolucionó hasta transformarse en tradición. Y hoy es ya una feria del campo en la que hay tanto de exhibición, como venta y concurso de productos. Es tradicional también, la rifa de un gran cerdo vivo, que se exhibe durante todo el día en el recinto de la feria. Además de la feria del campo "santomasina", sorprende la costumbre de los bocadillos de chistorra.
Talo y chistorra El 21 de diciembre proliferan tanto en la Plaza Nueva como en el Arenal de Bilbao, los puestecitos callejeros en los que se venden estos bocadillos. Los innumerables bares de ésa parte de la ciudad, ofrecen también al público bocadillos de chistorra que la gente devora con fruición. La zona huele durante todo el día a chistorra frita y talo. La costumbre al parecer, está conectada con las necesidades alimentarias de los caseros el día de feria. Los puestos en cuestión suelen estar colocados a lo largo y ancho de la feria. La chistorra es un tipo de chorizo fresco, delgado y sin curar elaborado probablemente en su origen con los restos más feos de una matanza que, quizá por razones climáticas o económicas, se realiza poco antes de la llegada del invierno. En los últimos años de la dictadura comenzó a arraigar la costumbre de comer la chistora con "talo" en vez de con pan blanco. El talo es una especie de torta de harina de maíz y agua, sin levadura, cocida a la plancha, que se utiliza en vez del pan para acompañar la chistorra. Desde aquellos años, el talo se ha impuesto en la festividad como reivindicación de la mayor pureza de la tradición. También es muy tradicional regarlo todo con un buen txakoli...
Los productores de los baserris (caseríos) ofrecen al público, que el año pasado alcanzó la cifra de 200.000 visitantes,en casi 300 puestos, típicos productos como hortalizas, frutas, flores, quesos, txakoli, pan y pastel vasco. La feria de Santo Tomás, además, ofrece la oportunidad a países del Tercer Mundo de presentar sus productos artesanales en la zona de El Arenal con diez puestos de comercio justo: cacao, café, té, mermelada, couscous...Durante toda la jornada grupos de música y de animación, incluyendo el ya habitual concierto deOskorri, amenizan la zona de la feria.Si visitan esta feria por primera vez no se vayan sin probar un talo con chorizo acompañado de un buen vaso de txakoli.
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